Fábulas de Fontaine (II)

Fábulas de Fontaine (II)
Fábulas de Fontaine (II)NameFábulas de Fontaine (II)
Type (Ingame)Objeto de misión
FamilyBook, Fábulas de Fontaine
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DescriptionUn libro escrito por Marie Héricart que contiene diversas historias y cuentos. La mayoría no son obras de la autora, sino fragmentos recopilados de antiguos poemas ya olvidados.

Item Story

El cuervo y el zorro

Un día, un cuervo se encaramó a un árbol, sosteniendo en el pico un pedazo de queso que había robado.
Al divisar el cuervo, el zorro que vivía a los pies del árbol levantó la vista y le dijo:
“Amigo mío.
Eso que cargas con tu pico no es ningún festín.
Es una desgracia que aquellos con suficiente razón evitan como si de la peste se tratara.
Mira lo estrecha que es tu garganta y fíjate lo grande que es ese pedazo de queso.
Si te lo tragas, es posible que pierdas la vida en el intento.
Los dueños de ese queso te han dejado ir a propósito.
Saben que si te lo comes, morirás. ¿Qué pensabas? ¿Que te habían dejado quedártelo para que lo custodiaras?”.

El cuervo hizo poco caso de lo que se le decía y siguió aferrando su trofeo con el pico.
Al ver que el cuervo no estaba dispuesto a atender a razones, el zorro lo intentó de nuevo:
“Amigo mío.
Hazme caso, no te pierdes nada si lo dejas ir.
Piénsalo bien. Tú surcas los cielos entre montaña y bosque con total libertad.
¿Alguna vez habías oído hablar del queso? ¿Qué es eso?
Si quieres mi opinión, este tipo de cosas no están hechas para nuestras fauces.
Deja que se pudra en las montañas, o que el viento lo arrastre hasta el mar.
Mejor eso que dejar que te hunda el peso de sus cadenas”.

El cuervo agitó las plumas, pero no dejó ir el trozo de queso.
Al ver que el cuervo no cejaba en su empeño, el zorro suspiró.
“Amigo mío.
Si tantas ganas tienes de degustar el queso, no te detendré.
Yo no soy más que un mero espectador.
Aunque supongo que no sabes cómo se cocina el queso.
Si lo engulles así sin más,
sería como romper un preciado tesoro.
¡Además, sería un pecado desperdiciar todas las recetas que he aprendido de diversos lugares de este amplio mundo!”.

Finalmente, la curiosidad pudo con el cuervo que abrió el pico sin darse cuenta.
“¿Podrías enseñarme esas recetas?”.
Conforme el cuervo hablaba, el queso cayó al suelo.
El zorro se apresuró en atraparlo y, a continuación, dio media vuelta y regresó a su madriguera.

La moraleja de esta historia es que aquellos que intentan desentrañar misterios que no les conciernen, lo perderán todo, incluso aquello
que ya habían ganado.

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