Más que un simple perro (VIII)

Más que un simple perro (VIII)
Más que un simple perro (VIII)NameMás que un simple perro (VIII)
Type (Ingame)Objeto de misión
FamilyBook, Más que un simple perro
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Description“¡Maldición! ¡La bruja oyó mis insultos!”. “Oh, qué perrito tan malo. Pero es la obligación del dueño educar a su perro, así que no me queda más remedio...”. ¡La bruja está a punto de revelar sus crueles secretos!

Item Story

“Esta bruja... ¿habrá intercambiado su cerebro por poderes mágicos? No hay forma de hablar con ella...”, pensó Dietrich mientras escuchaba el parloteo de la excesivamente habladora mujer de cabellos dorados.
“¡Oye! ¡No digas eso! Si mi hermana te escucha, ¡se enojará muchísimo!”, le dijo muy bajito Magdalene a Dietrich mientras agachaba la cabeza para mirarlo.
“Guau, guau, guau, ¿guau, guau?”. ¡Pues no le digas nada y ya! Espera un momento... ¿Cómo sabes lo que estoy pensando?
“Qué pena. Ya es demasiado tarde para eso”.

Dietrich alzó la mirada aterrorizado por una gran presión que sentía sobre él.
Aunque aparentemente nada había cambiado...
Aun así...
Estaba seguro de que aquella mujer se había transformado en otra persona.
“Parece que, al fin y al cabo, esa pesadilla que has tenido te ha servido para algo. Al menos, has podido aprender de tus errores, aunque según mis estándares no sea suficiente”. Esa voz tan arrogante y fría... Sí, no era otra que Nottfriga.
“Bueno, de momento pondré en ti la esencia del corazón demoniaco”.

¿Qué es eso de la “esencia del corazón demoniaco”?
Espera, creo que Magdalene mencionó algo sobre ello.
“No tengas miedo. En realidad, la pesadilla que has tenido no era real. Mi hermana ha puesto la esencia del corazón demoniaco en tu cuerpo, lo que ha despertado tu mayor miedo. Por eso soñaste con esa cosa tan horrible.
Pero seguramente lo hizo por tu bien. Después de todo, ella es una persona muy dulce”.
...
Dietrich, a quien se le habían puesto los pelos de punta, miró a Nottfriga mientras temblaba de terror. Ya no se atrevía ni a pensar.
“Veo que todo lo que te he enseñado ha servido de algo. Bien, entonces prosigamos con nuestro camino”. Al observar lo acobardado que estaba Dietrich, la bruja se sintió satisfecha.

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