La leyenda de los mares: Marea baja

	Name	La leyenda de los mares: Marea baja
	Type (Ingame)	Objeto de misión
	Family	Book, La leyenda de los mares
	Rarity
	Description	Cuando la tormenta por fin amainó y la superficie del océano volvió a estar tranquila, el suave viento tocó una conmovedora melodía de regreso a casa.

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«Marea baja»
A pesar de que aquella noche la luna estaba cubierta por unas nubes oscuras, la saloma no cesó.

Mientras la tormenta se calmaba en la superficie, el barco astillado se desvió lentamente hacia el abismo.
La enorme boca en espiral del monstruo se abrió de par en par, y un gruñido retumbó desde lo más profundo de su interior. El monstruo, satisfecho con lo que había cazado, abrió sus párpados, cubiertos de arrecifes y coral, para presenciar los últimos momentos de vida de otro oponente más que lo había subestimado. Entonces, el moribundo Capitán pudo ver un punto de fragilidad en los ojos de la bestia.

En ellos, vio un corazón aún más oscuro que el abismo, y pensó que esa sería la oportunidad de salvarse.
Entonces, el último relámpago de la tempestad brilló en el cielo, iluminando la nave mientras los colmillos en espiral del monstruo la partían en dos y la hacían desaparecer en medio de una niebla de astillas. Hasta el chirrido metálico de la quilla se ahogó bajo las olas.

Entonces, la oscuridad volvió... Hasta que el furioso rugido del monstruo se escuchó sobre las oscuras aguas una vez más.

El Capitán clavó su espada en el ojo de la bestia una y otra vez hasta sumergirse en las sucias aguas, cuando, finalmente, hundió por completo su espada, ahora rota, en uno de los ojos del monstruo.
El Capitán se aproximaba a su traicionero destino mientras era agarrado por innumerables garras y pinzas, y continuó luchando con uñas y dientes hasta que hizo pedazos las afiladas garras del monstruo...

Una melodía familiar inundó la salada brisa marina cuando empezaron a cesar los movimientos del monstruo.

“Canta conmigo mi despedida al mar; esta saloma que llegué a adorar”.
“Ahora nos favorecen el viento y la mar, pero sé que mi fin no tardará en llegar”.
“Mi viejo capitán pronuncia mi nombre, y solo queremos estar a salvo, no importa dónde”.
“No nos olvides en mis últimos momentos de lucidez, y canta esta canción otra vez”.
“Ojalá llegue el día en el que por fin me encuentres en este profundo abismo, reposando cual bella durmiente”.
“Tal vez, en aquel momento, la vorágine también te llevo hacia sus adentros”.

Los tentáculos del monstruo emergieron del mar, agitándose como si protegieran algo muy valioso. Una muchacha flotaba en medio del mar mientras entonaba una melodía. No importaba cuántas garras atravesaran su piel, ni que los tentáculos apretaran sus muñecas con fuerza; tampoco importaba que su ropa, hecha jirones, flotara por el océano... Ella seguía cantando la melodía de despedida.

Entonces, el monstruo arrastró suavemente a la joven a las profundidades del mar.

En una era en la que el mar estaba gobernado por toda clase de desastres impredecibles, todos los días moría gente en él.
Al despertarse, el Capitán vio que se encontraba en la cubierta de un desconocido barco mercante. Tras perder tanto a su barco como a toda la tripulación, lo único que le quedaba era un cuerpo lleno de heridas y el lejano recuerdo del onírico eco de una saloma.

“Cuando la marea y el viento sean favorables, zarparé al mar y la vengaré a ella, tan fascinada por el sonido de las olas...”