La leyenda de los mares: Marea alta

La leyenda de los mares: Marea alta
La leyenda de los mares: Marea altaNameLa leyenda de los mares: Marea alta
Type (Ingame)Objeto de misión
FamilyBook, La leyenda de los mares
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DescriptionEl legendario cuento de un marinero anónimo ambientado en una época en la que Liyue estaba plagado de monstruos marinos.

Item Story

«Marea alta»
Mientras la luna brillaba en el mar de estrellas del firmamento, la melodía de una saloma emergía de las profundidades del mar.

Había una vez un poderoso barco que ancló en el puerto de Liyue. Su líder era un hombre que perseguía y daba caza a terribles monstruos de las profundidades del océano. El hombre era conocido como “Capitán”.
El casco de su barco estaba adornado con esqueletos de monstruos marinos, una señal inconfundible de la intrépida voluntad del Capitán. Sin embargo, en las salomas de la tripulación, rara vez se mencionaba la caza de criaturas de las profundidades. No es que los marineros no se enorgullecieran de su reputación o se jactaran de sus logros, sino que, tras tanto tiempo navegando por los despiadados mares, habían aprendido que las canciones que mezclaban sangre y agua eran las más desafortunadas de todas.

Con su espada en mano, el Capitán navegó a través de las vastas aguas, rozando arrecifes rocosos y enfrentándose a las cambiantes mareas. Guio su nave sin temor e hizo frente por igual al rugido de las tempestades y al de los monstruos. El oscuro mundo que existía bajo las turbias aguas era como un ilimitado campo de caza para él. Los monstruos que se atrevían a agitar las aguas se convertían en trofeos que el Capitán colgaba en su barco.

Sin embargo, el Capitán solo entendía al viento y a las olas, y nunca pareció comprender lo agridulce que era la vida de la gente común. Toda su vida, lo único que había hecho era buscar y cazar, acompañado únicamente de la salada brisa marina y los leves gritos de las ballenas del océano. La tripulación lo temía más que lo adoraba, y siempre era muy precavida para no hacer enojar a aquel hombre cuyo temperamento parecía estar siempre enmarañado entre un montón de algas marinas. Aun así, el barco del Capitán siempre navegó silenciosamente, inflexible ante los peligros de la mar.

La única persona capaz de causar un pequeño destello de ternura en los ojos del Capitán era la muchacha que solía sentarse sobre la gran proa del navío. Ella, que formaba parte de la tripulación, se sentía mágicamente atraída por la melodía de las mareas y el canto de las ballenas, y siempre guiaba al barco a través del viento y las olas hacia las aguas infestadas de bestias.

La joven timonel del barco ofrecía sus canciones al mar, mostrándole su respeto a cada ola y a cada brizna de viento:

“Escucha el grito de las criaturas en el mar y el eco de las olas sacudidas por el vendaval”.
“Cuando el mar y el viento estén a nuestro favor, hacia el horizonte navegaremos”.
“Que las deidades que murieron, y también mi capitán”
“Nos guíen por el océano, y nos lleven hasta la verdad,”
“Para que las almas de los marineros lleguen al puerto al que llaman «hogar»”.

La letra de la saloma dio paso a las feroces órdenes del Capitán, que rápidamente llamó a todos para zarpar. El imponente navío abandonó lentamente el puerto y se puso en marcha, desvaneciéndose en el horizonte con los primeros rayos del amanecer.

La historia del Capitán comenzó como cualquier otra travesía que había hecho.

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