Las costumbres de los Hilichurls (II)

Las costumbres de los Hilichurls (II)
Las costumbres de los Hilichurls (II)NameLas costumbres de los Hilichurls (II)
Type (Ingame)Objeto de misión
FamilyBook, Las costumbres de los Hilichurls
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DescriptionLa investigación del ecologista de Mondstadt, Jacob Musk, galardonado como “El poeta del hilichurlio”. En ella describe los usos y costumbres de la sociedad Hilichurl. En este tomo profundiza en el tema de la fe y el mundo espiritual de los Hilichurls.

Item Story

Espiritualidad Hilichurl

Los Hilichurls, igual que los habitantes de cada una de las Siete Naciones de Teyvat, tienen sus propias creencias religiosas. Sin embargo, no adoran a una deidad en concreto con presencia en este mundo —como ocurre con Los Siete—, sino al poder elemental en un sentido más abstracto. Por ejemplo, algunas tribus Hilichurl en Mondstadt veneran a Anemo al igual que los humanos, pero no reconocen a Barbatos, el Arconte de los Vientos. En su lugar, adoran el propio poder Anemo. Los Hilichurls que sostienen diferentes creencias elementales a menudo viven juntos en la misma tribu. La afiliación elemental de un Hilichurl individual se puede deducir de los diseños de sus máscaras y del color de su pintura corporal.

Según observaciones de primera mano, el chamán, responsable de organizar las ofrendas y las ceremonias de culto para la tribu, aplica sobre su cabello y piel un tinte con el color que representa el elemento que adora su tribu. Los Samachurls se visten y llevan más ornamentos que el resto de los miembros de la tribu, pero, debido a la limitada inteligencia de la propia raza, es poco probable que algunos de esos adornos hayan sido hechos a mano por ellos mismos.

El chamán es el líder espiritual de la tribu. Lidera los cantos y las danzas durante los rituales, en los que se cantan himnos de alabanza a los elementos. Si sobraron restos de carne de la caza, los Hilichurls los colocan en el altar como sacrificio. Aunque cuentan con una gran cantidad de Mora, piedras preciosas y otros artículos de valor que consiguen con la exploración, el saqueo, el asalto y otros medios, la carne cruda por sí sola les parece más que suficiente como ofrenda.

Parece que los Hilichurls no tienen ningún concepto ni del pasado ni del futuro, y solo viven en el presente. No almacenan comida para sobrevivir, ni conmemoran a sus antepasados fallecidos. Aunque se han observado intentos rudimentarios de algo parecido a la caligrafía en sus campamentos, un análisis más detallado revela que estas marcas no son más que imitaciones chapuceras sin originalidad de lo que han visto en las ruinas antiguas. Los Hilichurls parecen tener una afinidad inexplicable con los restos del pasado, lo que se evidencia en el hecho de que las ruinas son uno de sus lugares preferidos para acampar. Pero las investigaciones realizadas hasta ahora no han encontrado nada que pueda sugerir la verdadera naturaleza de su conexión con las civilizaciones perdidas a las que pertenecen estas ruinas.

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