Diario del aventurero Roald: Sal Terrae

Diario del aventurero Roald: Sal Terrae
Diario del aventurero Roald: Sal TerraeNameDiario del aventurero Roald: Sal Terrae
Type (Ingame)Objeto de misión
FamilyBook, Diario del aventurero Roald
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DescriptionUn diario escrito por el famoso aventurero Roald. Hay pizcas de sal amarga entre sus páginas.

Item Story

«Sal Terrae»
Mis zapatos acabaron empapados de tanto caminar por la orilla del río del Pantano Dihua. La última vez que me los quité para sacar el agua, de dentro salió una rana.

A juzgar por el tamaño de las ruinas, este lugar debió ser en el pasado un santuario y un refugio. Al parecer, fue construido por la Diosa de la Sal durante la Guerra de los Arcontes. Según las leyendas de Liyue, esta Diosa era dulce y delicada, pero durante la despiadada guerra, la vida de las personas era insignificante. Por ello, la Diosa de la Sal no participó en el cruento conflicto bélico, sino que se dedicó a dar refugio a las personas que sufrieron sus consecuencias. Las trajo hasta aquí para construir un asentamiento y darles el cuidado y el consuelo que necesitaban al vivir en un mundo sumido en el caos. Mientras tanto, trató de buscar la manera de que los Arcontes terminaran el conflicto y volviera la paz.

Parece que hace mucho que, excepto por los cimientos de este santuario, el resto de la ciudad fue enterrado en el fondo del Río Bishui.

La Diosa reunió a un grupo de devotos que se asentó en el actual Sal Terrae para vivir una vida tranquila. La ciudad se mantuvo en pie durante cientos de años, hasta que un día ella cayó y el asentamiento se derrumbó.

La dulce y tierna Diosa no murió en combate contra el resto, sino que sufrió la traición de los mortales a los que tanto apreciaba.

Su asesino fue el primer y último rey mortal de este lugar. Aunque, igual que el resto del clan, en su momento veneró a la Diosa de la Sal, al final dejó de hacerlo debido a sus aspiraciones mortales. El rey buscaba protección y poder de combate, por lo que, para demostrar la inutilidad del amable temperamento de la solitaria deidad, la asesinó con una gran espada. De este modo, el santuario acabó derrumbándose junto a ella, y la ciudad de los mortales sufrió un fin igual de amargo.

Hay muchas opiniones sobre lo que le ocurrió al rey traidor y nadie sabe cuál es cierta. Algunos dicen que siguió gobernando él solo en las ruinas de la ciudad durante siglos hasta que se convirtió en polvo, la guerra terminó, el agua del río inundó las ruinas y del cetro del monarca salieron bichos. Otros dicen que no pudo soportar la culpa por asesinar a la Diosa de la Sal y se suicidó. En todo caso, aquellos que fueron agraciados por ella se dispersaron por toda Liyue, asentándose en este puerto bajo la protección del Arconte Geo y conservando sus leyendas. Por eso conocemos esta historia hoy en día.

Se dice que el cuerpo de la Diosa de la Sal aún permanece en las profundidades de las ruinas. Y, aunque hace mucho que se convirtió en sal, sigue conservando la postura del momento exacto en que la espada del rey la atravesó.

A lo lejos está empezando a nublarse. Parece que va a llover muy fuerte, así que más me vale irme lo antes posible. Mi siguiente parada será el Monte Chingtsé, al noroeste. Espero llegar antes de que empiece la tormenta. Pero no iré con mucha prisa, que no quiero perder otra vez mi diario...

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