El zorro en el mar de dientes de león (VI)

El zorro en el mar de dientes de león (VI)
El zorro en el mar de dientes de león (VI)NameEl zorro en el mar de dientes de león (VI)
Type (Ingame)Objeto de misión
FamilyBook, El zorro en el mar de dientes de león
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Description“¿Por qué necesitas aprender a hablar como un humano?”. “Así podré ser amigo de los humanos cuando me convierta en uno”.
Eso es lo que cuenta el cuento infantil «El zorro en el mar de dientes de león», sexto tomo.

Item Story

“¿Por qué quieres aprender la lengua de los humanos?”
le pregunté una vez al zorro.
Él respondió alegremente en lengua humana:
“Pues para transformarme en humano y hacer amigos humanos”.
“¿Y por qué quieres tener amigos humanos?”
Agachó la cabeza, como si le hubiera preguntado algo que le entristeciera.
“Una vez, vi a un chico en un bosque muy lejano.
Iba vestido de gris y su aspecto y mirada eran como los de un lobo”, añadió.
“En aquel entonces, yo acababa de aprender magia, así que estaba eufórico. Correr a dos patas por la hierba era muy divertido, pero, desafortunadamente, la altura de un zorro no es como la de un humano. Tampoco lo son las cosas que vemos y olemos.
¿Me entiende, profesor? Cuando me quise dar cuenta, estaba perdido”,
dijo frustrado al recordar aquello.
Había corrido hasta llegar a un bosque muy lejano donde encontró muchos monstruos.
Cuando pensaba que iba a ser devorado, el lupino chico de gris apareció y ahuyentó a los monstruos. Luego, sin decir ni una palabra, desapareció en el bosque.
“Si pudiera transformarme en humano y hablar en su lengua, ¡iría en busca de ese chico y me haría amigo de él!”,
dijo el zorro lleno de júbilo.
Entonces, no pude evitar preguntarle:
“¿Es que yo no soy tu amigo?”
El pequeño zorro respondió con sinceridad:
“Mamá dice que usted es mi profesor, y que, por tanto, somos diferentes. Espere, ahora que lo pienso, no debería haberle dicho eso”.
Inclinó la cabeza confundido. Su esponjosa cola acarició los dientes de león de alrededor mientras reflexionaba sobre la difícil pregunta.
“¡Ya sé!”
exclamó.
“Si le enseño algo que usted no sepa, eso me convertiría en su profesor.
Si los dos somos profesores, estaríamos en pie de igualdad”,
dijo en su rudimentaria lengua común con mucho esfuerzo y atascándose en cada frase.
“Profesor, déjeme enseñarle un truco de magia que solamente yo conozco”,

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