La melancolía de Vera (III)

	Name	La melancolía de Vera (III)
	Type (Ingame)	Objeto de misión
	Family	Book, La melancolía de Vera
	Rarity
	Description	El Imperio de Andrómeda se extiende por más de la mitad del sistema estelar. Cada planeta del Imperio tiene sus propios demonios, deidades, dragones y monstruos. “He pensado en una historia para cada estrella que se ve brillar desde tu casa”. “Eso es imposible. Vista desde aquí, la Galaxia de Andrómeda tiene un quinto del tamaño de la Luna”. Y la aventura de Vera continúa.

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«El hombre que robó la estrella solitaria»
“Soy la segunda heredera legítima del Imperio de Andrómeda, y tengo más de doscientos títulos a mi nombre. Me llamarás la Princesa de Andro-Basilisco”. La encantadora niña se cruzó de brazos mientras revivía su entrada anterior, y dejó escapar dos ligeras risitas de satisfacción.
El único propósito de Su Majestad en Delfos era casarse con Ike.
“Si usted, la persona que conquistó una cuarta parte del universo, se casa conmigo, mi seguridad estará garantizada después de que mi hermana mayor sea reemplazada en el trono”.
“Si me permite la pregunta, ¿cuán grande es el Imperio de Andrómeda?”, preguntó Vera.
“Según mis cálculos, hay más de nueve mil planetas habitables”.
—— Y con tantas estrellas en tu poder, ¿por qué quieres venir a robar mi brillo?

“Entonces, ¿no estás aquí para lastimar a Vera?”, le preguntó Sachi a Ike con cautela, quien llevaba los pergaminos y globos de otros planetas.
“Claro que no. Creo que sería una gran ayudante”. Ike dejó sus cosas en el suelo y se sacudió las manos. “¿Es que te gusta?”
“¿A mí? ¡No, para nada, no me gusta!”. Sachi miró hacia otro lado, preocupado de que el viejo sabio pudiera discernir sus verdaderos sentimientos.
Luego alcanzó una caja llena de fotos y agarró algunas al azar. Cada imagen representaba a una mujer distinta, todas de gran belleza.
“Oh, esto... Todas dijeron que me dieron su único y verdadero amor, pero ¿lo hicieron de verdad? En realidad, yo solo fui uno de sus muchos amantes”.
Sachi no sabía cuándo o dónde había escuchado el dicho, pero dijo enojado:
“Y con tantas estrellas en tu poder, ¿por qué venir a robar mi brillo?”.